No pretendo decirles que la única razón que me motiva a decorar mesas sea el encuentro en familia o romantizar la hora de la comida, más bien es invitar a transmitir belleza con una estética sofisticada pero real y cotidiana, que impacte logrando ser wow y funcional al mismo tiempo. Sin importar la ocasión, pretendo que cada elemento de la mesa resalte y se convierta en una composición perfecta.